La ropa requiere ciertos cuidados para durar más y mejor. De hecho, si no se sigue un procedimiento de cuidado básico, tus prendas, tarde o temprano, acabarán por dañarse.
En este sentido, solemos pensar que el lavado es uno de los procesos más delicados por los que pasan estas prendas. Sin embargo, no hay que perder de vista la importancia del proceso que viene justo después: el de tender la ropa de forma correcta y en el momento adecuado.
Y es que no tender la ropa inmediatamente después de lavarla puede traer múltiples consecuencias para tus prendas, como provocar malos olores, pérdida de color o deformidad en ciertos tejidos.
Los consejos más importantes para lavar tu ropa
Un vídeo compartido en TikTok por @comolimpiartucasa señala los errores más comunes que cometemos al poner la lavadora y cómo evitarlos. Una lista de consejos que empieza, por supuesto, por revisar los bolsillos de las prendas antes de poner la lavadora.
Según el autor del vídeo, "¿a quién no le ha pasado de olvidarse un pañuelo y que acabe toda la ropa con cachos de papel?". Esta simple acción de revisar puede ahorrarnos el disgusto de encontrar toda la ropa llena de residuos de papel y volver a repetir el lavado.
Otro consejo es lavar las prendas del revés. Según explica, si lo haces de esta manera, ayudas a que la ropa conserve su color y textura, ya que reduce el desgaste producido por el roce con otras prendas y con la propia lavadora.
Es fundamental colgar la ropa inmediatamente después de lavarla
Otro error común, como decimos, es no colgar la ropa inmediatamente después de lavarla. Algo que puede provocar olor a humedad y arrugas a medida que van pasando los días. Eso sí, es fundamental intentar quitar las manchas antes de la lavada. "Con un quitamanchas que sirva para todo", recomienda la experta.
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Otra de las recomendaciones de los expertos es tender la ropa siempre bien escurrida para evitar posibles deformidades. Por otro lado, ayuda mucho también estirar la ropa antes de tenderla, sacudiéndola para eliminar muchas de las arrugas que presenta tras el lavado.
Por último, también se aconseja tender la ropa en un lugar en el que corra el aire, ya que, de lo contrario, es muy probable que tarde en secarse y que acabe oliendo a humedad.