Cuento infantil: Las navidades de Manri

Cuento infantil: Las navidades de Manri

En la casa de Manri estas navidades van a ser muy especiales, puesto que son las primeras que van a disfrutar junto al pequeño, ya que en sus anteriores navidades, Manri era muy pequeño para darse cuenta de todo lo que rodeaba en la navidad…

Aunque es muy pequeño, con dos añitos, Manri siente una gran curiosidad por todas las figuras y colores que ve a su alrededor en estos días. Por eso mismo, sus padres han  decidido comprar un árbol para adornarlo junto al niño.

Como les da pena coger un abeto real, acuden a unos grandes almacenes con el niño para comprar uno artificial, el más bonito y grande que tienen y los adornos más resistentes para que el pequeño Manri pueda ayudarles con sus manitas.

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Es el mismo niño quien elige uno de los adornos que llevará el árbol, un pequeño ángel con cara de niño y con el pelo rubio y anillado como el suyo. Sus padres, ante la insistencia de su hijo, acaban llevándose al pequeño angelito.

Manri lo coge en sus brazos y no lo suelta hasta llegar a casa. Una vez que llegan a su hogar, mientras que su mamá le baña y le pone el pijama para que este más cómodo, su papá se dispone a montar el árbol para que, una vez esté el pequeño listo, entre todos adornen ese gran abeto.

 A medida que van colocando sus adornos, el pequeño lo mira maravillado manteniendo a su pequeño ángel junto a él. Manri, con su lengua de trapo lo pregunta todo a la vez que lo señala con su pequeño dedo.

Sus padres, a la vez que van adornando su casa con los motivos navideños, e van explicando a Manri el sentido de la navidad y la dulce espera de la visita de Papá Noel. El niño, a pesar de no entenderlo  muy bien por su corta edad, sonríe feliz al ver lo bonita que está quedando su casa y lo felices que están sus papás adornando su casa junto a él.

Pronto terminan de adornarlo todo y Manri, cansado por el día tan ajetreado que ha tenido le pide a su mamá que le acueste, no sin antes poner a su angelito en lo alto del árbol.

Su madre le toma en brazos y le ayuda a colocarlo. Manri, al ver a su ángel en lo alto del árbol sonríe y aplaude feliz y, poquito a poco va cerrando sus ojitos para soñar con las maravillosas navidades que le esperan; mientras sus padres en voz baja, casi un susurro, le cantan villancicos a la vez que le meten en su cuna.

Para mis dos amores, Manrique y Manri                                                           .

Feliz Navidad

Por Rosi Requena

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